El Wall Street Journal publicó un artículo sobre qué modelos de automóviles vendidos en EE. UU. enfrentaban el mayor riesgo de mayores costos de fabricación debido a los aranceles.
La mayoría de los modelos de la lista fueron fabricados por empresas alemanas y chinas.
Una excepción fue el Lincoln Nautilus de Ford, fabricado en China. Según el periódico, las ventas de este modelo representan aproximadamente un tercio del total de ventas de Lincoln. Lincoln ya está en problemas porque solo ocupa una pequeña parte de la categoría de lujo estadounidense.
La posición de Lincoln entre las marcas de automóviles de lujo en EE. UU. es tal que no se atreve a aumentar el precio de venta sugerido por el fabricante por temor a perder ventas de unidades. El año pasado, las ventas de Lincoln en EE. UU. fueron de 104,823.
BMW lideró la categoría de lujo con 371,346, seguido de Lexus con 345,669, Mercedes con 324,528, Audi con 196,576, Cadillac con 160,204 y Acura con 132,367.
Lincoln debe preocuparse por la percepción del consumidor. En el informe «Qué marcas fabrican los mejores autos» de Consumer Reports, Lincoln ocupa el puesto 24 de 32. En el informe de J.D. Power.
En el «Estudio de Calidad Inicial de EE. UU. de 2024», Lincoln ocupa el puesto 25 de 31 marcas. Lincoln no tiene el poder de marca para aumentar los precios, incluso si quisiera.
Según Ford, las ventas de Lincoln cayeron un 20,5%, hasta las 6.754 unidades, en febrero. Las ventas de Nautilus, su modelo más vendido, cayeron un 26,9%, hasta las 2.482. La disminución de las ventas es otra razón por la que un aumento de precios para compensar los costos de fabricación es prácticamente imposible.
El director ejecutivo de Ford, Jim Farley, declaró recientemente: «Seamos sinceros: a largo plazo, un arancel del 25% en las fronteras con México y Canadá abriría un agujero en la industria estadounidense como nunca antes». Los aranceles de China probablemente serán menores, pero Farley tiene razón.
En detalle:
Impacto de los aranceles:
Los modelos de automóviles vendidos en EE. UU. que enfrentaban mayor riesgo de mayores costos de fabricación debido a los aranceles, incluyendo los de Ford, General Motors y Stellantis, junto con Honda, Toyota, Audi y BMW, eran aquellos que dependían en gran medida de la producción y exportación de autopartes en Norteamérica.
Los aranceles sobre el acero, aluminio y repuestos, como los que se mencionan en el contexto, pueden aumentar significativamente los costos de producción para las automotrices, quienes podrían trasladar estos gastos al consumidor final.
Empresas afectadas:
Ford, General Motors y Stellantis, así como Honda, Toyota, Audi y BMW, son ejemplos de empresas que podrían verse afectadas por estos aranceles, ya que dependen de la producción y exportación de autopartes en Norteamérica.
Stellantis
se prevé que sufra el mayor impacto debido a su elevada exposición al mercado estadounidense, que representó alrededor del 46% de las ventas en 2023, y a su sustancial dependencia de la producción en Canadá y México
Efectos en el consumidor:
Se estima que los aranceles podrían aumentar el precio de los automóviles y otros bienes importados, lo que podría generar un costo adicional para las familias estadounidenses.
Mitigación:
Los analistas de la industria han señalado que no hay mucho que los consumidores puedan hacer para mitigar los efectos de los aranceles, dada la naturaleza amplia de los mismos.