La innovación es clave en la industria automotriz, pero no todo lo que suena brillante en papel sobrevive a la realidad. Algunas marcas han apostado fuerte por ideas revolucionarias que prometían cambiar la forma en que conducimos, consumimos energía o entendemos el diseño.
Sin embargo, no todas esas apuestas resultaron ser un éxito. De hecho, algunos modelos se estrellaron de formas tan épicas que hoy son recordados más por sus fallas que por sus aspiraciones.
Aquí repasamos cinco autos que nacieron como promesas y terminaron siendo advertencias.
1. DeLorean DMC-12: Ícono del Cine, Fracaso Comercial
Pocos autos son tan icónicos como el DeLorean DMC-12, gracias a su papel protagónico en la trilogía Volver al Futuro. Su diseño futurista, puertas tipo ala de gaviota y carrocería de acero inoxidable lo hacían destacar en cualquier calle. Sin embargo, en el mundo real, era lento, costoso de producir y tenía múltiples problemas mecánicos.
La empresa quebró poco después de su lanzamiento, dejando al DMC-12 como un ejemplo perfecto de cómo la estética y la cultura pop no siempre salvan a un mal producto.
2. Nissan Murano CrossCabriolet: Convertible y SUV, Mala Mezcla
En teoría, combinar la altura y el confort de un SUV con la diversión de un convertible suena atractivo. Pero el Murano CrossCabriolet demostró que no todo puede unirse con éxito. El modelo era extraño a la vista, carecía de proporciones equilibradas y tenía un precio elevado.
Además, perdió gran parte de la funcionalidad del SUV original, sin ofrecer una verdadera experiencia deportiva. Fue retirado silenciosamente del mercado tras pocas unidades vendidas.
3. Toyota Mirai (1.ª generación): Hidrógeno sin Infraestructura
El Toyota Mirai fue uno de los primeros autos impulsados por hidrógeno disponibles al público. Era silencioso, limpio y adelantado a su tiempo… quizás demasiado. El problema no era el auto, sino la falta de estaciones de carga de hidrógeno, especialmente fuera de California.
A pesar del esfuerzo tecnológico, el Mirai se convirtió en un símbolo de lo difícil que es lanzar una revolución sin una infraestructura que la respalde.
4. Subaru SVX: Gran Diseño, Mala Ejecución
Diseñado por Giugiaro, el SVX tenía un aspecto único con ventanas divididas y una silueta aerodinámica. La idea era ofrecer un coupé deportivo con alma de gran turismo. Sin embargo, era pesado, tenía un precio alto y contaba con una transmisión automática poco confiable.
Aunque el diseño sigue siendo admirado, la experiencia de conducción no cumplió con las expectativas, y las ventas fueron un desastre.
5. Smart ForTwo Electric Drive: Demasiado Pequeño, Demasiado Tarde
El Smart ForTwo eléctrico fue una propuesta urbana interesante, pensada para desplazamientos cortos y cero emisiones. Pero su reducido tamaño, autonomía limitada y precio elevado lo hicieron inviable para muchos.
En mercados como el estadounidense, donde el tamaño importa, fue visto más como una curiosidad que como una solución real de movilidad.