Según preliminares datos publicados ayer por la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA), en 2024, las muertes por accidentes de tráfico en EE. UU. disminuyeron un 3,8 %, alcanzando un total de 39 345 fallecimientos.
Esta es la primera vez desde 2020 que las muertes anuales por accidentes de tráfico cayeron por debajo del umbral de 40 000. Sin embargo, a pesar de la disminución, las muertes siguen siendo significativamente superiores a los niveles pre-pandemia de 2019, cuando 36 355 personas fallecieron en las carreteras estadounidenses.
La disminución de las muertes por accidentes de tráfico refleja una tendencia positiva tras el alarmante aumento de muertes ocurrido en 2021, cuando las muertes por accidentes de tráfico aumentaron un 10,8 %.
El informe de la NHTSA sugiere que, si bien las muertes han disminuido desde los máximos de la era de la pandemia, siguen siendo una grave preocupación, ya que EE. UU. mantiene una tasa de mortalidad por accidentes de tráfico que se mantiene alta en comparación con muchos otros países.
Además de la disminución general de muertes por accidentes de tráfico, la NHTSA observó cambios específicos en otras categorías. Las muertes de ciclistas aumentaron un 4,4 % en 2023, con 1166 ciclistas fallecidos.
El número de ciclistas lesionados en accidentes también aumentó un 8,2 %, alcanzando casi los 50 000.
Las muertes de peatones mostraron una ligera mejora. Tras un aumento del 0,7 % en 2022, las muertes de peatones disminuyeron un 3,7 % en 2023, totalizando 7314 muertes.
La NHTSA también informó un repunte en las lesiones derivadas de accidentes automovilísticos. En 2023, aproximadamente 2,4 millones de personas resultaron heridas en accidentes, un aumento del 2,5 % en comparación con el año anterior.
Esta estadística destaca los desafíos de seguridad que persisten en las carreteras estadounidenses, incluso cuando el número total de muertes mostró una disminución.
La tasa de mortalidad de 2024 se redujo a 1,20 por cada 100 millones de millas recorridas por vehículo (VMT), la tasa más baja desde los 1,11 de 2019. Sin embargo, se mantiene por encima de la tendencia pre-COVID, lo que indica que el progreso logrado en 2024 no es suficiente para volver a los niveles de seguridad pre-pandemia.
Si bien la reducción de muertes por accidentes de tráfico es alentadora, los expertos enfatizan que aún queda mucho trabajo por hacer. La pandemia ha influido en los hábitos de conducción, y algunos conductores han adoptado conductas más arriesgadas debido a la menor congestión vial y a la percepción de una reducción en la aplicación de la ley.
A medida que el volumen de tráfico regresa a los niveles pre-pandemia, el desafío para los responsables políticos y los líderes del sector es seguir mejorando la seguridad vial y reducir aún más las muertes.