El auge de los autos eléctricos ha traído consigo avances impresionantes en tecnología, autonomía y diseño. Sin embargo, no todo lo que brilla es oro.
En medio del entusiasmo por un futuro más limpio, algunos modelos han quedado muy por debajo de las expectativas, ya sea por su pobre rendimiento, autonomía limitada, decisiones de diseño cuestionables o simplemente por no estar a la altura de sus competidores.
A continuación, te presentamos cinco autos eléctricos que, por distintas razones, han sido considerados entre los más decepcionantes del mercado.
1. Fiat 500e (primera generación)
El Fiat 500e es el claro ejemplo de un auto lanzado a regañadientes. Fiat lo creó principalmente para cumplir con las leyes de emisiones en California, no porque creyera en él. Aunque su diseño exterior conserva el encanto del 500 clásico, sus prestaciones eran muy limitadas.
Su autonomía rondaba apenas los 130 km reales, lo que lo hacía poco práctico fuera de la ciudad.
Además, su precio no justificaba las características que ofrecía. Incluso el entonces CEO de Fiat, Sergio Marchionne, pidió públicamente que no lo compraran, ya que la marca perdía dinero con cada unidad vendida. Un caso insólito en la industria.
2. Mazda MX-30
Cuando Mazda anunció su entrada al mundo eléctrico, muchos tenían grandes expectativas. Pero el resultado fue el MX-30, un SUV con estilo moderno pero una autonomía completamente decepcionante: apenas 160 km reales.
En un mercado donde los estándares superan fácilmente los 400 km, este modelo se siente más como un experimento a medias que como una apuesta seria. Pese a su excelente calidad de interiores y buena conducción, su batería pequeña y la falta de opciones más potentes lo condenaron al olvido casi inmediato en varios mercados.
3. Nissan Leaf (1.ª generación)
El Nissan Leaf fue pionero en el mundo de los autos eléctricos, pero su primera generación acumuló muchas críticas con el tiempo. Su batería carecía de refrigeración activa, lo que provocaba una rápida degradación, sobre todo en climas cálidos.
Como resultado, su autonomía —ya limitada a unos 120 km— se reducía aún más con los años. Muchos propietarios vieron cómo su alcance disminuía drásticamente en solo dos o tres años de uso. Aunque la idea fue revolucionaria, la ejecución quedó corta.
4. Mini Cooper SE
Este pequeño eléctrico de BMW tiene personalidad y estilo, pero falla donde más importa: en la autonomía. Sus 183 km reales lo convierten en una opción útil solo para trayectos urbanos muy cortos.
Su maletero es mínimo, el espacio trasero es limitado y no hay opción de mejorar la batería. Aunque divertido de conducir, su relación precio-prestaciones no convence a quienes buscan un vehículo eléctrico funcional y versátil.
5. Chevrolet Spark EV
Aunque fue una opción barata en su momento, el Spark EV siempre se sintió como un experimento. Su autonomía de 130 km, su pobre insonorización y una experiencia de manejo básica lo alejaron de la competencia.
Tras ser descontinuado, muchos propietarios se enfrentaron a dificultades para conseguir repuestos o soporte técnico. Hoy es más una curiosidad del pasado que un vehículo recomendable.