El mercado de vehículos híbridos está en auge, pero no todos los modelos ofrecen la misma calidad, eficiencia o durabilidad.
Basándonos en informes de fiabilidad, quejas de propietarios y análisis técnicos, estos son los cinco híbridos de marcas estadounidenses y japonesas que deberías evitar en el 2025, ya sea por problemas mecánicos, alto costo de mantenimiento o autonomía engañosa.
1. Jeep Grand Cherokee 4xe (2025)
El Jeep Grand Cherokee 4xe ha decepcionado a propietarios con su sistema híbrido enchufable mal calibrado, donde la transición entre el motor eléctrico y el de gasolina genera sacudidas bruscas durante la aceleración, especialmente en modo híbrido.
Además, su autonomía eléctrica real ronda solo los 20 km en condiciones ideales, menos de la mitad de los 40 km prometidos por WLTP, problema agravado en climas fríos donde la batería pierde eficiencia significativamente.
Con reparaciones costosas en el sistema de propulsión y un precio base de $60,000 USD, representa una opción poco fiable frente a alternativas como el Toyota RAV4 Prime.
2. Chevrolet Tahoe Hybrid (2025)
La versión híbrida de la Chevrolet Tahoe falla en cumplir su promesa de eficiencia, ya que consume apenas 0.7 L/100 km menos que el modelo convencional en ciudad (9.5 L/100 km vs. 10.2 L/100 km), diferencia casi insignificante para un vehículo de su tamaño.
Este problema se debe a un sistema híbrido básico sin capacidad de carga enchufable, que solo recarga la batería mediante frenado regenerativo. Sumado a su elevado precio desde $65,000 USD y maletero reducido por el espacio de la batería, resulta una inversión poco inteligente comparada con la Ford F-150 PowerBoost.
3. Dodge Durango Hybrid (2025)
El Dodge Durango Hybrid enfrenta críticas unánimes por su sistema de frenado regenerativo defectuoso, que en múltiples casos ha requerido reemplazos completos del módulo hidráulico con costos superiores a $2,000 USD.
A esto se suma una suspensión mal adaptada al peso extra de la batería, generando incomodidad en baches y curvas pronunciadas. Su depreciación acelerada (pierde hasta el 40% de su valor en dos años) y la falta de soporte técnico especializado en talleres externos lo convierten en una opción arriesgada para familias que buscan un SUV grande.
4. Chrysler Pacifica Hybrid (2025)
La Chrysler Pacifica Hybrid, a pesar de ser la minivan híbrida más vendida en EE.UU., arrastra fallos crónicos en su cargador interno de 3.3 kW, que suele sobrecalentarse y dejar de funcionar antes de los 30,000 km, con reparaciones que superan los $1,500 USD.
Su autonomía eléctrica de 30 km es insuficiente para trayectos urbanos, forzando el uso frecuente del motor de combustión. Además, la tercera fila de asientos es notoriamente incómoda para adultos, comprometiendo su utilidad como vehículo familiar.
5. Infiniti QX60 Hybrid (2025)
El Infiniti QX60 Hybrid combina lujo superficial con graves deficiencias técnicas: su motor turbo de 2.5L carece de potencia suficiente, obligando al sistema eléctrico a compensar en pendientes, lo que acelera el desgaste de la batería.
En interiores, materiales plásticos en zonas de alto contacto (como pomos de puertas y consola central) se rayan con facilidad, desentonando con su etiqueta premium. Con un precio desde $62,000 USD y costos de mantenimiento un 30% más altos que el Lexus RX 450h+, ofrece una relación calidad-precio desfavorable.