Fue un anuncio algo sorprendente en el informe del segundo trimestre de Tesla, ya que la compañía rara vez menciona nuevos modelos en dichos documentos; esto suele quedar en manos del propio Musk.
Sin embargo, en el primer resumen, se afirmaba:
«Seguimos ampliando nuestra oferta de vehículos, incluyendo las primeras versiones de un modelo más asequible en junio, con la producción en serie prevista para el segundo semestre de 2025″.
La perspectiva de un nuevo Tesla de entrada de gama este año atrajo la atención, dados los rumores que venían circulando. Algunos sugirieron que se descartó su desarrollo en favor del Cybercab sin volante; otros afirmaron que simplemente sería una versión más económica del Model Y.
Durante la conferencia con inversores, Musk confirmó esto último. Cuando un analista le preguntó cómo sería el coche, respondió: «Es solo un Model Y. ¡Que se sepa el secreto!».
El anuncio de Tesla plantea nuevas preguntas.
Si bien Musk aclaró un aspecto, un Model Y simplificado parecía probable de todos modos, especialmente porque Tesla confirmó en el mismo informe que el Cybercab, previsto para 2026, será su primer vehículo fabricado con la nueva estrategia de fabricación «sin caja».
El «modelo más asequible», sin embargo, llegará este año, con las primeras unidades ya producidas y un aumento de volumen previsto para finales de 2025, según confirmó el jefe de desarrollo, Lars Moravy. Esto ocurrirá antes de que comience la producción «sin caja» el próximo año.
Sin embargo, la claridad de Tesla plantea otras preguntas: no sobre el nombre del modelo, que permanece en secreto, sino sobre cuánto se diferenciará del Model Y en diseño, tecnología, precio final para el consumidor y, especialmente, costos de producción.
¿Atraerá el Model Y simplificado a los clientes e impulsará las ventas?
¿O son las diferencias tan pequeñas que Tesla corre el riesgo de canibalizar su propio éxito de ventas al ofrecer una alternativa casi idéntica pero más económica?
Hace años, Tesla prometió un vehículo eléctrico de 25.000 dólares, un modelo que aún no ha llegado al mercado. Aún es dudoso que un Model Y reducido pueda alcanzar este precio.
Actualmente, el Model Y Long Range RWD tiene un precio inicial de $44,490 en EE. UU., sin incluir el crédito fiscal federal que vence a finales de septiembre. El modelo básico más económico con baterías LFP se descartó porque las baterías importadas de China se volvieron inviables con los nuevos aranceles.
El consenso en la industria sigue siendo que los vehículos eléctricos realmente asequibles requieren celdas LFP, y la mayoría de los modelos de volumen dependerán de esta composición química. Tesla aún no ha revelado qué batería utilizará para fabricar su modelo estadounidense más económico.
Curiosamente, Tesla anunció en su informe trimestral que comenzará a producir sus propias celdas LFP a finales de este año, pero estas están destinadas únicamente a sistemas de almacenamiento estacionarios como Powerwalls y Megapacks, no a vehículos.