Estacionar un auto puede ser una de las maniobras más estresantes para muchos conductores.
Aunque la tecnología moderna ha introducido cámaras, sensores y asistentes de estacionamiento, algunos vehículos, por su diseño inherente, tamaño o visibilidad limitada, siguen siendo un verdadero desafío para aparcar, especialmente en espacios reducidos o concurridos.
Aquí te presento algunos de los autos que los expertos (y muchos conductores) consideran los más difíciles de estacionar, y las razones detrás de su notoria reputación:
1. Ford F-Series Super Duty (F-250/F-350)
¿Por qué es difícil? Estas camionetas son bestias de trabajo y, por su naturaleza, son enormemente grandes. Su longitud extrema (especialmente en configuraciones de cabina doble y caja larga) las hace casi imposibles de encajar en la mayoría de los estacionamientos estándar, ya sea en paralelo o en batería, sobresaliendo por metros.
Su ancho considerable y su altura imponente también limitan la visibilidad, crean grandes puntos ciegos y dificultan la maniobra en garages subterráneos o calles estrechas. Girar en esquinas cerradas o en estacionamientos compactos requiere múltiples movimientos.
2. Toyota Sequoia
¿Por qué es difícil? Como uno de los SUVs de tamaño completo más grandes del mercado, la Toyota Sequoia presenta desafíos de estacionamiento similares a las pickups grandes. Su longitud y anchura considerables hacen que ocupe casi todo el espacio de un cajón de estacionamiento típico, sin dejar margen de error.
La gran altura y los pilares anchos pueden comprometer la visibilidad periférica, especialmente hacia la parte trasera, lo que complica aún más el aparcamiento en paralelo o la marcha atrás en espacios concurridos, incluso con la ayuda de sensores y cámaras.
3. Nissan GT-R
¿Por qué es difícil? Los deportivos, y en particular el Nissan GT-R, a menudo son difíciles de estacionar no por su longitud (aunque es considerable), sino por su ancho y su visibilidad limitada. El GT-R tiene una postura muy ancha y baja, lo que lo hace propenso a raspar rines o bajos en bordillos o rampas pronunciadas.
Sus pilares traseros gruesos y una ventana trasera pequeña crean enormes puntos ciegos, haciendo que retroceder o cambiar de carril sea un desafío. La combinación de su tamaño, su escasa visibilidad y el temor a dañar una pintura costosa aumenta la dificultad y el estrés al aparcar.
4. Tesla Model S (versiones más antiguas o sin asistencia avanzada)
¿Por qué es difícil? Aunque los Tesla son famosos por su tecnología, las versiones más grandes como el Model S pueden ser sorprendentemente difíciles de estacionar si no cuentan con todos los asistentes de estacionamiento. Su gran longitud y su carrocería ancha requieren un espacio considerable para maniobrar.
Las versiones que no tienen cámaras de 360 grados o que dependen solo de sensores pueden dificultar el cálculo de las distancias en paralelo o al retroceder en espacios complicados. La falta de botones físicos y la dependencia total de la pantalla táctil para ciertas funciones también puede distraer durante maniobras rápidas.
5. Toyota Land Cruiser (series anteriores, como la J100/J200)
¿Por qué es difícil? Si bien las generaciones más recientes del Land Cruiser han mejorado en tecnología de asistencia, las series anteriores (J100, J200) son conocidas por su volumen y su menor agilidad en entornos urbanos.
Son vehículos grandes, pesados y robustos, diseñados para la aventura off-road, no para la precisión en el estacionamiento.
Su amplia distancia entre ejes y su gran radio de giro hacen que las maniobras en espacios estrechos sean un verdadero ejercicio de paciencia y habilidad. La visibilidad trasera también es limitada debido a su diseño utilitario y su gran portón trasero.