En el mundo del automovilismo, el nombre de un auto puede ser tan importante como su motor. Un buen nombre puede despertar deseo, emoción y hasta nostalgia. Pero cuando un vehículo no despega en ventas, a veces el problema no es la calidad… sino cómo se llama.
A lo largo de los años, varias marcas han decidido que lo mejor era hacer un “rebranding” total y renombrar modelos que simplemente no conectaban con el público. Aquí te presentamos cinco casos donde un simple cambio de nombre fue un intento desesperado —o brillante— para salvar el modelo.
1. Toyota Vitz → Toyota Yaris
En Japón y algunos países asiáticos, el pequeño y confiable Toyota Vitz era bien conocido. Pero en otros mercados, ese nombre no sonaba ni fuerte ni serio. Toyota decidió rebautizarlo como Yaris para los mercados globales, y el cambio funcionó.
Con su nuevo nombre, el auto ganó personalidad, reconocimiento y mejoró notablemente sus ventas. Hoy, el Yaris es uno de los compactos más populares del mundo.
2. Datsun Go → Nissan Go (o el fin de Datsun)
El intento de revivir la marca Datsun a través del modelo “Go” fue un fracaso. Aunque se trataba de un vehículo económico, su diseño pobre y percepción de baja calidad lo condenaron en varios mercados emergentes.
En lugar de seguir arrastrando el nombre, Nissan decidió eliminar por completo la marca Datsun y redirigir sus esfuerzos a modelos bajo su nombre principal. A veces, matar el nombre es más fácil que salvar el modelo.
3. Kia K9 → Kia K900
En Corea del Sur, el lujoso sedán insignia de Kia fue lanzado como K9. Sin embargo, en mercados como EE. UU., el nombre se asociaba de inmediato con «caninos» (perros de la policía), algo que no ayudaba a una marca que intentaba posicionarse como sofisticada.
El cambio a K900 intentó darle una identidad más premium, aunque el modelo aún luchó por destacar frente a gigantes del lujo como BMW y Mercedes.
4. Mazda Laputa → ¿En serio?
Este caso es casi de leyenda. El Mazda Laputa, un mini SUV japonés, tenía un nombre que causaba carcajadas en países de habla hispana. Aunque el nombre venía de una referencia literaria de “Los Viajes de Gulliver”, el término era extremadamente ofensivo en español.
Mazda rápidamente dejó de usar ese nombre fuera de Japón, y el modelo fue descontinuado poco después. Moraleja: siempre revisa cómo suena tu auto en otros idiomas.
5. Honda Jazz → Honda Fit (y viceversa)
El simpático hatchback de Honda fue comercializado como Jazz en Europa y Fit en América y Asia. ¿La razón? Cuestiones de derechos de autor y marketing. Sin embargo, en algunos países donde el nombre “Jazz” no lograba conectar, Honda adoptó el nombre Fit, que sonaba más moderno y deportivo.
Curiosamente, en Japón volvió a llamarse Fit, y en 2025 ambos nombres siguen coexistiendo… dependiendo de dónde lo compres.