Según cita la Organización Mundial de la Salud, la República Dominicana es el lugar más peligroso del hemisferio occidental para conducir y el 15º peor del mundo. El alto número de accidentes de motocicleta refleja en parte las tendencias económicas.
En un país con una economía en rápido crecimiento y una clase media en ascenso, las motocicletas y scooters económicos fabricados en el extranjero ofrecen una forma conveniente de evitar el tráfico en las ciudades y transitar por caminos y senderos sin pavimentar en las zonas rurales.
En pueblos pequeños y áreas rurales, las motocicletas están en todas partes. Se pueden ver niños de hasta 10 años conduciendo ciclomotores, mientras que los adolescentes regularmente recorren carreteras de un solo carril haciendo caballitos. Y no usan cascos a sabiendas que cualquier accidente puede ser fatal.
Si la policía se tomara esto más en serio, si multaran a la gente por no usar casco, o si les quitaran la motocicleta, que es algo que tienen la facultad de hacer, si hicieran eso, todos usarían casco.
El pais caribeño tiene una de las tasas más altas de accidentes de tráfico en América Latina y a nivel mundial y hay varias razones que explican esta situación.
Aquí te detallamos algunas de las más importantes:
1. Falta de educación vial
Mucha gente no conoce bien las reglas de tránsito, o simplemente no las respeta. Hay conductores que manejan sin licencia, o que obtienen la licencia sin pasar por una formación adecuada.
2. Alta cantidad de motocicletas
Las motocicletas son un medio de transporte muy común en el país, especialmente en zonas urbanas y rurales. Muchas veces, los automovilistas circulan sin casco, sin luces y sin respetar las señales de tránsito. También suelen meterse entre los carros, lo que aumenta el riesgo de accidentes.
3. Infraestructura vial deficiente
Muchas calles y carreteras están en mal estado: huecos, falta de iluminación, señalización confusa o inexistente, semáforos que no funcionan, etc. Todo eso contribuye a la inseguridad vial.
4. Poca aplicación de la ley
Aunque hay leyes de tránsito, muchas veces no se aplican con rigurosidad. La falta de controles efectivos y la corrupción hacen que muchos conductores infrinjan las normas sin consecuencias.
5. Conducción bajo efectos del alcohol
El consumo de alcohol al volante es una causa común de accidentes graves. Es especialmente notorio en fines de semana y feriados.
6. Cultura de manejo agresivo
En general, hay una cultura de conducción temeraria: exceso de velocidad, cambios de carril bruscos, no ceder el paso, uso indebido de bocina, etc. Todo esto crea un ambiente de riesgo constante.
7. Pocas campañas de concienciación
No hay suficientes campañas educativas y sostenidas para crear conciencia sobre la seguridad vial.
¿Porque eliminar los accidentes por completo es muy difícil?
Sí, los accidentes de autos en la República Dominicana —como en cualquier otro país— se pueden reducir significativamente, aunque eliminarlos por completo es muy difícil.
Para lograrlo, se necesita una combinación de educación, infraestructura, legislación y conciencia ciudadana.
Aquí te dejo algunos factores clave que podrían ayudar a prevenirlos:
1. Educación vial
Campañas de concientización sobre el respeto a las señales de tránsito, el uso del cinturón, no usar el celular al manejar, etc.
Instrucción adecuada en las escuelas y al obtener la licencia de conducir.
2. Aplicación estricta de la ley
Multas reales y efectivas por violaciones como exceso de velocidad, conducir en estado de ebriedad o sin licencia.
Controles de alcoholemia más frecuentes, especialmente los fines de semana.
3. Mejora de la infraestructura
Buen estado de las carreteras: señalización clara, iluminación, baches reparados.
Cruces peatonales y pasos elevados donde haya mucho tránsito.
Semáforos funcionales y bien sincronizados.
4. Mantenimiento vehicular
Control técnico obligatorio para vehículos (muchos accidentes son por frenos fallando o llantas lisas).
Regulación del transporte público y vehículos de carga.
5. Cultura de responsabilidad
Cambiar la actitud de “tigreaje” o la creencia de que “ser vivo” es pasarse las reglas.
Fomentar el respeto por la vida propia y la ajena.